¿Te pasa que llegas a tus clases nocturnas y no estás ni a la mitad de tu primera hora y empiezas a bostezar hasta más no poder? Empiezas a sentir el cansancio extremo de todo el día de trabajo para luego pensar que aun te faltan dos horas de clases que esperan por ti en la universidad y, desde ese momento, ¡ya quieres salir corriendo directamente a tu cama!
¡No eres el único! A todos nos ha pasado alguna vez, y es importante que conozcas que esto puede deberse a un problema de alimentación, por lo que debes vigilar que no descuides tus comidas y que estas sean lo suficientemente buenas y a las horas correctas para evitar el cansancio excesivo, el sueño temprano y la sensación de pesadez que no te permita concentrarte.
Hoy, te contamos de algunos consejos que estamos seguros mejorarán el plan alimenticio de un estudiante, ocupado y decidido como tú.
El desayuno
Ya habrás escuchado muchas veces que esta es la comida más importante del día, entonces ¿por qué no enfocarnos en ella para empezar de manera correcta tu alimentación diaria?
Muchas veces nos toca andar en modo ‘zombi’ hasta el mediodía, porque sentimos que no tenemos la energía suficiente desde la mañana, esto puede estar relacionado a que no estamos ingiriendo los nutrientes correctos que entregan esta primera carga de energía: carbohidratos de energía prolongada, glucosa y proteínas.
Para suplir el carbohidrato podemos comer pan integral, el cual se dirigiere lentamente y se prolonga la energía, otra opción es consumir avena. En el caso de la glucosa, totalmente necesaria para aumentar los niveles de energía, una opción es consumir jugos naturales o cereales. Y, por último, los lácteos, preferiblemente enteros, ya sea yogur o leche, la cual puede ser acompañada con cereal, estos aportan un poco de grasa al cuerpo, necesaria para suplir algunos procesos.
Lo importante siempre es no excedernos, ya que, por ejemplo, el consumo excesivo de azúcar en la mañana vendrá acompañado de un aumento en la insulina, proceso que al terminar genera una pesada sensación de cansancio y sueño.
Es importante no saltar las comidas
Para mantenerte activo necesitas combustible, de allí la importancia de comer a horas programadas dentro de tus horarios o hacer uso de los “snacks” entre comidas, los cuales te mantienen activo; algunos recomendados son: nueces, barras de proteína, yogur, té verde, frutas, inclusive chocolate oscuro.
El almuerzo
¿Conoces la sensación de sueño luego del almuerzo? Esto no es una casualidad, sino que al ser una de las comidas más difíciles, en términos de controlar el horario o lograr programar una hora específica para tomarlo, por lo general comemos cuando existe una sensación excesiva de hambre y no es posible retrasarlo más. No se debe llegar a este nivel, porque lo más probable es que quieras comer todo a tu paso, además de que ingerirás más de la cuenta, lo que hará que tu cuerpo entre en un estado de sueño posterior a la comida, ya que habrás incrementado el nivel de azúcar en la sangre.
Si llegas al final del día manteniendo ordenada nuestra ingesta de alimentos, la hora de la cena será más fácil, ya que nuestro cuerpo tendrá un equilibrio correcto a esta hora del día para no perjudicar las tareas nocturnas como estudiar, cumplir con labores personales o asistir a clases de la matrícula nocturna sin sufrir en el intento.
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