Líderes de los sectores público, privado y expertos en educación superior coincidieron en la importancia de apremiar la utilización de las últimas tecnologías, con el objetivo de hacerle frente al desafío de acrecentar la accesibilidad a la educación superior en poblaciones menos favorecidas, excluidas social y territorialmente del desarrollo humano sostenible.
Los puntos de convergencia fueron atados durante la mesa redonda con la cual se dio inicio al Foro Anual de Educación Superior, el Ilumno Summit 2018, acogido en la urbe panameña desde este lunes, mismo que se extenderá durante tres días.
El evento -organizado por Ilumno, la innovadora red panregional de instituciones de educación superior, la mayor en América Latina y de la que es miembro la Universidad del Istmo- ha logrado convocar a ejecutivos de corporaciones, dirigentes empresariales y altos funcionarios públicos de la región para discutir las oportunidades y desafíos que presenta la transformación digital en nuestras casas de estudios superiores.
Globalización y conocimiento
“A medida que la economía mundial se globaliza y se basa en la información, los que tienen mayor acceso a la educación serán los más beneficiados”, expresó Pete Pizarro, presidente y Chief Executive Officer de Ilumno.
Pizarro aseguró que “la conectividad está transformando las economías emergentes, los mercados laborales y los sistemas educativos, impulsando la demanda de aprendizaje más amplio y más dinámico, y a distancia o en línea” y advirtió que “las universidades deben adaptarse rápidamente para continuar sirviendo como una fuente viable de educación para las nuevas generaciones de estudiantes”.
La sesión, moderada por Adriana Angarita Cala, rectora de la Universidad del Istmo y presidenta de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (AUPPA), planteó diversas formas prácticas para innovar e incrementar el acceso a la oferta académica universitaria, sobre todo para los estudiantes en la base de la pirámide y de aquellos ubicados en áreas alejadas de los centros urbanos.
Angarita estimó que “las instituciones académicas deben ser parte de esta innovación y reimaginarse como universidades digitales para superar no sólo los desafíos que enfrenta el segmento de la educación superior, sino también para cumplir su misión y emerger como líderes del siglo XXI”.
Acceso masivo, pero con calidad
“Nuestro objetivo es hacer que la educación superior de calidad sea accesible para el mayor número posible de personas en América Latina, independientemente de las circunstancias sociales o económicas del estudiante, pues estamos convencidos de que la educación genera efectos positivos muy poderosos en las comunidades y en la sociedad en general”, afirmó Nuno Fernandes, vicepresidente ejecutivo de Crecimiento y Alianzas Estratégicas, Ilumno.
En tanto, Irvin Halman, administrador de la Autoridad para la Innovación Gubernamental, argumentó que “estamos preparando a las entidades para el proceso de la transformación digital, y las universidades son las que están más cercanas al futuro. La transformación digital permite ampliar acceso a mejores programas, a más herramientas tecnológicas, para que los estudiantes puedan estar mejor preparados para el futuro”.
Análisis estadístico
Los análisis estadísticos han demostrado que la disminución de la pobreza no se traduce en una mayor accesibilidad a la educación: Entre 2000 y 2015, las tasas de pobreza en la región se redujeron a la mitad, sacando de ese estrato social a más de 83 millones de latinoamericanos. Sin embargo, las desigualdades en educación comienzan temprano: el 4% de los niños entre las edades de 3 y 5 en América Latina están matriculados en programas educativos, en comparación con el 86% en los niños de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según reportes de CEDLAS y el Banco Mundial, 2016; OCDE, 2016ª.
Las matrículas en nivel superior siguen bajas: Un 74% en educación secundaria (vs 91% en países de la OCDE) y 44% en educación superior (vs 71% en países de la OCDE) (CEDLAS y el Banco Mundial, 2016; OCDE, 2016a). Entrar en el sistema de educación superior continúa siendo un reto para los más pobres y vulnerables.
Panelistas
El panel estuvo conformado por representantes de diferentes sectores quienes cubrieron diversos puntos de vista: