¿Todavía se usan los mapas mentales?

Como método de estudio, los mapas mentales son estructuras que nos permiten conectar conceptos para tener un panorama sobre un tema en específico. En la actualidad, los mapas mentales se han repotenciado y cuentan con versiones digitales que permiten crearlos y compartirlos con facilidad, por lo que ya no hacen falta los pizarrones o los cuadernos para que podamos repasar de esta manera.

¿Cómo funcionan?

La idea principal con un mapa mental es tener un tema central y explicar cómo funciona, se trata de la diagramación de procesos. Por ejemplo, expliquemos los procesos comunicaciones o los actos de habla:

1. En el centro o núcleo irá el concepto de “Procesos comunicaciones”.
2. Los primeros hijos o nubes ancladas directamente a estos procesos serán los de los autores que los explican: Jakobson, Shannon y Weaver, Peirce.
3. A su vez, cada uno de los autores irán unidos a nuevas “nubes” que explicarán los componentes en cada teoría. Por ejemplo, A Peirce irán enlazados los conceptos de significante, significado y objeto; mientras que a Jakobson se unirán las palabras de emisor, mensaje, receptor, contexto y código.

Con esta estructura principal, se tiene una ruta de aprendizaje. Si bien es necesario que se estudien previamente cada uno de los conceptos y que estos sean totalmente claros, los mapas mentales vienen a asociar el cómo se conectan y da una estructura u orientación sobre la posición de cada uno. También funcionan como manera de repaso a los temas ya vistos y que quizá para una evaluación, al ser muchos temas, puedan revisarse varios temas y recordar cómo cada uno se conecta.

El nivel de detalle

Dado que los mapas mentales se crean por petición de cada quien, el nivel hasta el cual se puede llegar es prácticamente infinito, aunque debido a que nuestra memoria tiene cierta capacidad de recordación, siempre será mejor mantener las estructuras cortas y con la menos cantidad de palabras dentro de cada “nube” o concepto.

También este método es útil cuando se tiene una cantidad de vertientes directas que necesitan ser recordadas. Por ejemplo, herramientas que deben estar dentro de un carro y sus funciones, donde al lado de cada objeto estará otra “nube” que explicará los usos de cada pieza.

En ambiente digital

Al revisar algunas herramientas digitales, tenemos que existen desde aplicaciones básicas donde los cuadros son individuales y las uniones entre conceptos deben añadirse una a una; aunque también hay softwares especializados donde las conexiones se dividen en diferentes grupos según su cercanía o lejanía, donde hay colores preestablecidos y donde incluso existen jerarquías que se indican con tamaño o modelos en 3D.

Lo importante ante tantas opciones que se pueden conseguir es tener claro el objetivo con el cual vamos a usar el programa. Puede que si trabajas un software avanzado pueda ser más útil, debido a que se puede interconectar con otros programas y así puedes usar también los mapas mentales para enlazar procesos de un proyecto macro, por ejemplo, o segmentar los invitados de un evento o los componentes que necesitas para estructurar un equipo de trabajo que viajará a una investigación de campo.

Sea cual sea la demanda, de seguro hay opciones que te ayudarán a estructurar tu proyecto y podrás revisarlo de manera gráfica. De esta manera será más fácil entenderlo y manejarlo con seguridad para estudiar y prepararte para las evaluaciones a futuro.